Cómo convertir tu TFG en un proyecto emprendedor

La realización del TFG es una etapa que genera mucho estrés y ansiedad a los estudiantes pero, también mucha ilusión. Y es que, aunque muchos de los estudiantes todavía no tengan claro a qué quieren dedicarse mientras están realizando su Trabajo Fin de Grado, hay otros mucho que sí. Estos últimos son los que tratan de realizar un proyecto centrado en sus sueños, los que buscan trabajar sus metas y aspiraciones. El TFG se convierte en esta ocasión en una gran oportunidad de enfocar el futuro laboral pero, también, de convertirse en un proyecto emprendedor y cimentar las bases de lo que más adelante será su negocio con el cual tendrán la posibilidad de ganarse la vida.

A continuación, analizamos algunas claves para aprovechar el tiempo invertido en la realización del TFG con el fin de aprobarlo pero, también, para convertirlo en las bases de un proyecto emprendedor.

Enfocarnos en lo que nos interesa

Emprender no es fácil. Sobre todo, cuando la cultura del país y la formación que se ofrece en las universidades no está orientada a ello —en países como España, todavía se tiene que mejorar mucho en cuestiones de emprendimiento y en aportar a los estudiantes los métodos y técnicas para poder hacerlo—. Ahora bien, esto no implica que sea imposible, pues como sabes hay muchos casos de éxito que germinaron en las universidades. Como el proceso implica mucho tiempo y dedicación, lo más aconsejable es que nos enfoquemos en una idea de negocio que nos llene y nos resulte interesante —por supuesto, que esté relacionada con la formación recibida—.

Detectar oportunidades

Lo siguiente que hay que hacer es aprender a detectar oportunidades, pero ¿Cómo se detectan las oportunidades? Para ello hay que prestar especial atención a varios factores como, por ejemplo, a las experiencias negativas que han tenido otros antes que nosotros en una idea similar y mejorarla. Otra forma de detectar oportunidades —la más habitual, aunque la más complicada— es buscar un mercado no explotado, el menos competitivo posible para destacar con nuestro negocio y ofrecer a los clientes algo que no tengan. Las nuevas tecnologías también nos amplían el abanico de posibilidades para generar nuevos nichos de negocio.

Si tras este análisis y periodo de reflexión comprobamos que nuestro enfoque no encaja como idea de negocio, será conveniente que busquemos otro tema que nos interese para detectar nuevas oportunidades. En webs como Tutfgamedida llevan años trabajando en la realización de todo tipo de trabajos finales con una gran variedad de temas e ideas desarrolladas. Desde esta plataforma pueden ayudarte a detectar ideas relacionados con tu planteamiento inicial.

Realiza un DAFO

Una vez que tengamos seleccionado nuestra idea de negocio para plasmar en nuestro TFG, lo más aconsejable es que realicemos un DAFO. Esta herramienta, también conocida como FODA, se basa en un estudio sobre un proyecto —también puede aplicarse a las empresas— para analizar sus debilidades y fortalezas —en nuestro caso, para analizar las debilidades y fortalezas de nuestra idea de negocio—. Es decir, nos servirá para saber si el proyecto es viable, si merece la pena, si resulta realista, si nos aportará ingresos y si podremos llevarlo a cabo.

Comienza a redactar

Listo. Una vez que hayas llevado a cabo los pasos anteriores ya podrás ponerte a redactar tu TFG centrado en un proyecto emprendedor. Recuerda que, en muchas ocasiones, quien no arriesga no gana. Así que no te desmotives y sigue adelante con tu idea cimentando las bases en este primer acercamiento al proyecto. Ten en cuenta que conforme lo vayas redactando y te vayas documentando para realizar tu TFG encontrarás información muy interesante que te servirá para consolidar tu idea de negocio y hacerla cada vez más viable.

Compartir:
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter