En el mundo digitalizado de hoy se podría pensar que las tarjetas de visita pasaron a ser un recurso anticuado. Nada más lejos de la realidad, ya que estas herramientas continúan siendo una de las mejores formas de promocionar tu negocio entre proveedores y clientes.
El uso de las tarjetas de visita se remonta a la China del siglo XV, cuando eran utilizadas para hacer presentaciones personales. Posteriormente se instauraron en la aristocracia europea y actualmente se utilizan para hacerte conocer como profesional o empresa.
Una buena tarjeta de visita debe tener un tamaño adecuado, ser elegante y presentar la información de forma legible. Además, debes saber seleccionar los datos más importantes para darte a conocer entre tus clientes potenciales.
Claves para diseñar la tarjeta de visita perfecta
Como ya has visto, una tarjeta de visita puede ayudarte a promocionarte de forma sencilla y económica. Sin embargo, para que sea efectiva debe cumplir con una serie de requisitos que permitan a las personas acceder a la información de forma sencilla y rápida.
Siempre es conveniente llevar encima tus tarjetas de visita y entregarlas a tus clientes para que tengan una referencia de tu negocio. Es una manera muy práctica de que conozcan lo que ofrece tu empresa y que puedan contactarte con facilidad.
Al momento de diseñar tus tarjetas de visita, te recomiendo que tomes en cuenta las siguientes recomendaciones. De esta forma, podrás apreciar que se vuelven una herramienta que ayudará a hacer crecer tu negocio.
1. Selecciona el formato más adecuado
Lo primero que debes hacer es escoger un tamaño que sea práctico y que las personas puedan guardar fácilmente en el bolsillo o la cartera. En cuanto a la orientación, la más clásica es la horizontal, aunque se están volviendo muy populares los diseños verticales.
Con respecto al tamaño, las más comunes son las de 85 mm largo x 55 mm de ancho porque se adaptan bien a los porta documentos estándar. Sin embargo, se han comenzado a utilizar las llamadas mini tarjetas con dimensiones de 70 mm largo x 30 mm de ancho.
2. Elige los datos a colocar
Este es indudablemente un paso clave porque las dimensiones de la tarjeta no te permiten colocar mucha información. Por ejemplo, si tienes una tienda online dale una posición privilegiada a la dirección de tu página web, mientras que si es física a tu ubicación postal.
Otros datos importantes son el nombre de la empresa, la rama en la cual se especializa y distintas formas de contacto. Una información que no debería faltar es la de tus redes sociales, donde tus clientes podrán conocer más información sobre tu negocio.
3. Incorpora la imagen de tu marca
Las tarjetas de visita además de ser una vía de contacto, también deben cumplir una función publicitaria. Por tanto, es muy conveniente incorporar el logo que identifica a tu marca a fin de que tu cliente haga la relación visual.
Por ejemplo, si tu marca se identifica con un logo particular o una gama de colores, incluye estos en el papel o la tipografía. Igualmente, incorpora imágenes que estén relacionadas con la actividad de tu empresa aprovechando toda la superficie de la tarjeta.
4. Escoge buenos materiales de impresión
Al momento de diseñar tu tarjeta de visita, debes pensar en utilizar materiales de buena calidad que garanticen su durabilidad. En cuanto al papel, conviene un gramaje de al menos 350 gr/m2, que le otorgue una firmeza adecuada.
También puedes escoger entre distintas texturas que hagan destacar la tipografía y ofrezcan un sello de distinción a tu tarjeta. Te recomiendo visitar Dical.es, donde podrás encontrar distintos tipos de papel de buena calidad y excelentes precios.
5. Utiliza una tipografía legible
Cuando entregas una de tus tarjetas de visita, quieres que la persona pueda leer fácilmente los datos incluidos en esta, a fin de contactarte. Por esto, toma un tiempo para seleccionar un tipo de letra que sea bastante legible.
Igualmente, cuida mucho la ortografía porque nada deja peor impresión que entregar una tarjeta de visita con un error ortográfico. Combina tamaños de letra para dar jerarquía a los datos y así hacerlos mucho más accesibles.
6. Juega con los colores
Muchas veces crees que hacer una tarjeta de visita con colores llamativos te hará destacar, pero en este caso menos es más. Las tarjetas deben ser simples y agradables a la vista, por lo que conviene elegir una gama de colores o un contraste entre dos tonos.
Como ya te mencionamos, es preferible seleccionar los colores que identifican a tu marca y combinarlos en el papel y la tipografía. Igualmente, puedes jugar con marcos o bordes que hagan visualmente más atractiva la tarjeta.
7. Haz un buen diseño
Aquí está el secreto del éxito de una buena tarjeta de visita y para esto lo más recomendable es contar con la asesoría de un profesional en el diseño gráfico. Si ya has seleccionado todos los elementos que hemos mencionado, el diseñador los puede combinar de la forma más armónica.
Lo mejor es que le solicites que te haga distintas propuestas de diseño y hacer pruebas con tus socios o compañeros en la oficina, a fin de seleccionar aquella que sea más atractiva. Una buena idea es convertirla en un objeto de utilidad como una pequeña regla de medida, un abridor o un llavero y así tus clientes siempre la tendrán a mano.